Burbáguena, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel a orillas del Jiloca, desconocido incluso para muchos aragoneses, consiguió a mediados de agosto llamar la atención de medios tanto regionales como nacionales debido a una curiosa iniciativa que pretendía unir a todo el pueblo en un esfuerzo común por salvar su iglesia del siglo XVIII, declarada Bien de Interés Cultural hace ocho años y en peligro inminente de ruina hace unos meses. Estos días comienzan un plan B.
La iniciativa original, todavía vigente ante la falta de respuesta, no es más que un manifiesto por el cual pactaban, en asamblea vecinal, dar un " Adiós a la política" (como muy bien tituló El País) si ningún organismo público se comprometía a invertir lo necesario para arreglar el templo. Es decir, nadie se presentará a elecciones municipales en el pueblo mientras no se atiendan sus justificadas peticiones, plena desobediencia civil en el Teruel rural del siglo XXI.
La Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles es una importante obra arquitectónica de una zona predominantemente mudéjar, ya que, aunque recibiendo influencias de este estilo, su construcción fue totalmente barroca. Destaca en el conjunto su torre, de vista imponente ya desde la distancia, su colección de retablos barrocos e imaginería religiosa y el sorprendente conjunto de pinturas de Alejandro Cañada que en 1963 pasó a reemplazar los retablos laterales de esta iglesia, donados como altares mayores a otras parroquias que los habían perdido durante la Guerra Civil.
Demostrando su unidad ante el problema, y que no se dan por vencidos ante la falta de apoyos institucionales, durante los meses de Octubre y Noviembre los burbaguenenses comenzarán su plan B para conseguir por sus propios medios la financiación necesaria para evitar el derrumbe del edificio. Con el eslogan de " Apadrina una piedra" lanzan un programa de donaciones que comenzará con una celebración popular el fin de semana del 22 al 24 de Octubre y que continuará con una serie de actos y apariciones en eventos de diversa importancia de la región.
No es la primera vez que se organizan para defender lo suyo, ya hace unos años crearon una asociación de jubilados, algo de gran importancia en una población tan envejecida como la turolense; también crearon Burbaca, asociación destinada a promover actividades culturales de interés para el pueblo y el coto de caza está auto-gestionado por los propios cazadores descendientes de Burbáguena, unidos para salvaguardar su afición.
Desde que.pasa.co queremos mostrar nuestro más sincero apoyo a Burbáguena en esta ejemplar iniciativa, seguiremos informando.